En mi proceso de ser Coach aprendí a cerca de las afirmaciones y los juicios.
Los juicios son aquellas explicaciones que me invento desde la persona que soy. Por ejemplo al ver un auto por la calle que anda lento, puedo tener el juicio de que el conductor maneja mal, o bien puedo enjuiciar al conductor por tener miedo a ir más rápido, o puedo creer que su auto es muy viejo, o puedo creer que es porque va una mujer/hombre al volante….en fin puedo darle muchas explicaciones a una misma situación.
En este caso la afirmación sería , el auto va a 20 km por hora (lo puedo demostrar o fundar)
Y es que de una misma situación surgen muchos juicios, que dependen de la persona que los emite y de la forma que ve el mundo.
Ejemplo:
La afirmación: “esa persona tiene síndrome de Down”. A partir de eso surgen muchísimos juicios (cada uno dependiente de la persona que los emite y su historia).
El problema es que hemos convertido muchísimos juicios relacionados a las personas con síndrome de Down, en afirmaciones.
Las afirmaciones son verdades fundadas.
Como por ejemplo las personas con síndrome de Down (trisomía libre) cuentan con un cromosoma de más en el par 21. Todos lo podemos corroborar, hay exámenes médicos que lo fundan.
Sin embargo diferente son los juicios como: “A los Down les cuesta hablar”, que escuchamos con mucha soltura y nos la creímos por los siglos de los siglos… y así fue… convertimos el juicio en afirmación. Ni siquiera nos cuestionamos otra posibilidad. Profesía autocumplida.
Hace poco (unos tres meses atrás) tuve la experiencia con mi hija quien tuvo una repentina alza de peso. Mi primera creencia en la totalidad de la transparecia fue: “las personas con síndrome de Down suelen tener sobrepeso»…gracias a mi favorable proceso de aprendizaje de ir más lento logré detectar mi juicio…que estuvo al borde de transformarse en afirmación.
Y entonces eché andar mi sentido común preguntándome…¿qué es lo que las personas generalmente hacemos cuando subimos de peso?
- Validar que eso sucede y que puedo hacer algo al respecto
- Entender que tiene gran incidencia a nivel de salud
- Generar un diálogo abierto con mi hija para validad nueva necesidad, desde su autocuidado (no desde mi imposición)
- Activar sistema de ejercicio
- Revisar alimentación
- Buscar apoyo (médico, nutricionista)
Desde entonces mi hija ha bajado casi 3 kg, que más allá de verse mejor o peor, incide enormemente en su futura salud, su movilidad y su estado de ánimo. Seguiremos perseverando en una alimentación sana y en el ejercicio físico como parte importante de nuestras vidas.
Cuidado con nuestros juicios, es natural que aparezcan por lo que hemos aprendido en una cultura de segregación sin fundamentos, que corre en la vorágine diaria sin detenernos para preguntar si lo que me dijeron tiene algún fundamento o simplemente es otro juicio, dueño del que lo emite.
No dejes que los juicios de otros o los tuyos se transformen en afirmaciones, y transgredan derechos de tu hijo o hija. ¡No des autoridad a ese diagnóstico!
Dato Entrenador/ Carlos Fuentes: +569 661 91 58
Vuelve a ver a tu hijo o hija en su maravillosa dimensión de PERSONA.
Karin Schröder, marzo 2017